Cuando Barney, un teггіeг Ruso Negro, fue rescatado de su dueño, eга irreconocible bajo capas de pelo enmarañado, algunos pesando sobre él con suciedad y heces.
Su ɡгаⱱe negligencia atrajo la atención de la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (RSPCA), quienes lo acogieron después de que la policía lo retirara de su dueño.
La inspectora de la RSPCA, Tina Nash, describió el estado de Barney cuando llegó a sus instalaciones. “Estaba extremadamente enmarañado, con grandes mechones de pelo colgando de él que parecían estar llenos de suciedad o heces y estaban firmemente sujetos a áreas alrededor de su espalda.”
El dueño del perro, tіm Ronald Springett, admitió que pensaba que el aseo no eга necesario debido a la raza, pero esta excusa no se sostuvo.
La condición de Barney eга tan ɡгаⱱe que le costaba ver a través del pelo que cubría sus ojos, y el peso del pelaje enmarañado le causaba dolor al moverse.
Determinados a darle a Barney un nuevo comienzo, el equipo de la RSPCA emprendió una larga sesión de aseo para liberarlo de su carga. Fue un proceso desafiante, se quitaron 17 libras de pelo.
Según un veterinario que ayudó en la sesión de aseo, “El perro había sido obligado a soportar un abrigo que pesaba aproximadamente el 21% de su peso corporal mientras se movía. El peso de este abrigo habría aumentado considerablemente cuando el perro estaba mojado.”
Después de la sesión de aseo, Barney fue transformado, revelando un perro feliz con una hermosa sonrisa. La RSPCA lo colocó en un alojamiento privado y anunció que pronto estaría listo para ser adoptado. A pesar del arduo viaje, Barney parecía estar preparado para abrazar un futuro más brillante con una familia amorosa.
En cuanto a su dueño, tіm Ronald Springett enfrentó consecuencias legales por su negligencia. Recibió una prohibición de propiedad de animales por cinco años y una orden de servicio comunitario de 12 meses.
Además, se le impusieron $500 en costos y una tarifa de víctima de $120. Este resultado dio a Barney y al equipo de la RSPCA algo de justicia por el calvario del perro.
Con el futuro de Barney mucho más brillante, la esperanza es que encuentre un hogar amoroso donde nunca vuelva a experimentar la negligencia.